Sus primeros pasos como profesional los da como bailarín y percusionista participando en importantes compañías y agrupaciones. Con una de ellas llega a Sevilla para actuar en la Expo-92. Se establece en la capital andaluza y entra en contacto con los círculos de músicos locales, enamorándose del flamenco e interesándose por sus ritmos y diferentes palos.
Es co-fundador de Mártires del Compás, la banda de “flamenco-billy” que Chico Ocaña estaba gestando por aquellas fechas. Forma parte de ellos durante la década de los 90. Con Mártires del Compás publica los discos “Flamenco Billy” (1995), “Prohibido dá el cante”(1996) y “Al compás de la llaga dolorida” (1998).
Sidy se encarga de las percusiones, principalmente tumbadoras y djembés, además de participar en la composición de la parte musical de los temas, siendo fundamental en algunos de ellos, como en “La llave”, de su tercer disco. Con “los Mártires”, Sidy recorre los escenarios de salas y festivales de toda la Península.